Un buen golpe depende de muchos factores. Entre ellos, la forma en la que manejas la pala. Así que presta atención a los tipos de empuñaduras porque pueden marcar la forma en la que desarrollas tu juego, además de la precisión y potencia del impacto.

¿Qué tipos de empuñadura existen y para qué se utilizan?

Continental

Es la empuñadura más usada y la que se enseña cuando empiezas en el pádel porque facilita impactos planos. El agarre es cómo si fueras a dar la mano a alguien y permite realizar cualquier golpe y efecto.

Australiana

Partiendo de la posición continental, giras la mano un cuarto hacia la derecha. Reduce la movilidad de la muñeca, juegas cerca del cuerpo y por tanto asegura más el éxito del impacto.

Este de Derecha

Desde la empuñadura australiana, giramos otro cuarto más la mano hasta coincidir con la cara de la pala. Esta posición es un poco más avanzada, ayuda a golpes más adelantados y movimientos ascendentes, y aporta un mayor control.

Este de Revés

Con la pala cogida en continental, giramos el puño hacia dentro, como si aceleraras una moto. Para jugadores más experimentados o que les falte fuerza en el antebrazo, se usa como su propio nombre indica en el revés y en golpes cortados.

Oeste

Es el agarre menos usado y se emplea para impactos muy liftados o cortados, especialmente en contragolpes y bolas muy pegadas al suelo. La denominación oeste también se asigna al este de los jugadores zurdos.

¿Por qué es importante una buena empuñadura?

La elección del agarre determinará tu forma de jugar pádel, ya que emplearás los movimientos, golpes y efectos que más se adecúen al tipo de sujeción.

También es fundamental una correcta empuñadura para la prevención de lesiones. Un mal agarre forzará posiciones de la muñeca o del brazo poco naturales que pueden derivar en molestias o problemas severos.