Siempre que hablamos de Pádel y sobre todo pádel de competición, en nuestra retina quedan las grandes jugadas, recuperaciones imposibles, golpes majestuosos, bolas inalcanzables que acaban definiéndose por la puerta con una destreza, que para el resto de los mortales resulta inimaginable y un sinfín de anécdotas y situaciones durante los partidos, que han hecho del pádel un gran espectáculo.

Pero detrás de todo esto, hay otra historia mucho menos conocida y menos brillante.

Esta es la historia a la que me voy a referir en este artículo, lo que llamamos el entrenamiento Invisible o como dice un amigo mio, “El entrenamiento Basura” ese que muy pocos hacen pero que es muy importante, y que a la postre marcará las diferencias.

Realmente las marca!! Lo puedo contar porque lo he vivido, he tenido la suerte de entrenar a jugadores con muchísimo talento y a jugadores campeones y no es lo mismo. El talento es una cosa muy importante, pero ser un campeón es otra muy distinta es algo más.

Durante mi carrera deportiva he tenido el privilegio de entrenar a auténticos campeones y curiosamente se repiten unos patrones muy parecidos, aquí me voy a referir a los actuales, aunque bien podría perfectamente remontarme a épocas pasadas.

Para mí los casos de Las Gemelas Sánchez Alayeto, Pablo Lima o más recientemente Alex Galán  son ejemplos de este tipo de jugadores.

Entre estos elementos comunes destacaría los siguientes

  • Una gran determinación
  • Capacidad de trabajo. sacrificio y exigencia
  • Confianza en su equipo técnico y su proyecto deportivo

Tanto Pablo Lima como Alex Galán son dos jugadores que empiezan con una misma base de entrenamiento. Pablo desde los 18 años Nª 2 del mundo y Alex Galán desde los 15 hasta su actual ranking como pareja 3 del Wpt y siendo el jugador que ha conseguido en el mismo año desde previa llegar a jugar el Master.

Las Gemelas llevan trabajando con nosotros desde hace 9 años, comenzando desde la pareja 5 hasta conseguir el Nº1 Wpt y todo lo que se pueda ganar.

Todos ellos tienen esta capacidad de hacer el entrenamiento invisible.

  • Llegan los primeros, se van los últimos.
  • Cuidan su recuperación, estiramientos, fisioterapia, descanso.
  • Cuidan su nutrición, no hay sitio para los excesos.
  • Son exigentes en el entrenamiento y si se tienen que quedar mas tiempo hasta que sale ese golpe, se quedan.
  • Cuidan los aspectos mentales para mejorar el rendimiento
  • Compromiso con su equipo y solidaridad con sus compañeros de entrenamiento, siempre sumando y siempre aportando al grupo.

Porque el entrenamiento invisible, además de una serie de elementos objetivos, tiene que ver con una forma de vivir y de pensar, dónde los valores forman parte importante de todo ello.

Dicen que la disciplina nos hace libres, yo así lo creo, la disciplina de estos deportistas les ha hecho conseguir unos éxitos deportivos y una forma de vivir que les permite elegir.

Desde luego son un ejemplo a seguir por los más jóvenes, a veces impacientes por obtener una recompensa inmediata se quedan en la superficie del entrenamiento, y un privilegio para los que aportando nuestro conocimiento y dedicación hemos disfrutado de este camino.

Así que la próxima vez que veas a estos jugadores y jugadoras competir, hacer puntos maravillosos, recuerda que detrás hay mucho trabajo de ese, de él que no se ve.

Jorge Martinez